«¿Es el caminante el que elige el camino o el camino el que elige al caminante?».
—Garth Nix
Damos la bienvenida a un nuevo día en el instante que abrimos los ojos. A través de ellos podemos generar pensamientos, analizarlos y llegar a conclusiones que nos lleven a tomar medidas. Cada decisión está alineada a nuestras creencias, intereses, valores, cultura, y más. La acción que se toma y la que no, siempre crean un resultado; bueno o malo, algo o nada. Me tomo el atrevimiento de decir que sin importar nuestra procedencia todos buscamos lo mismo, la felicidad. Pero, ¿qué es felicidad? Para algunos puede ser tener un cuerpo perfecto, para otros, la acumulación de premios, lujos, llegar a la fama, tener «likes» en redes sociales, o generar la mayor cantidad de dinero. Esto me lleva a preguntar: ¿será que nuestro entorno determina lo que significa esa palabra y llene nuestra mente de codicia? Si es así, ¿de qué modo podemos evitar comprar las ideas que nos venden sobre qué nos hace feliz y qué necesitamos para sentirlo?
Contigo compartiré tres de los tantos motivos que pueden inducirnos a tomar decisiones en la búsqueda de la felicidad: marketing de corporaciones, la presión social y redes sociales.
Marketing de Corporaciones
Las grandes compañías son quienes realmente dominan el mundo, ciertamente son las que determinan lo que el consumidor necesita. En el momento que crean un producto deslumbran con elegancia su creación para lograr influenciar al usuario a comprar lo que ofrecen. Ellas lo hacen a través de promociones en la televisión, cine, mensajes a correos electrónicos, redes sociales, letreros en las calles y de muchas otras formas. ¿Por qué las personas sin importar su nivel académico caen en sus juegos? Es posible gracias a que son maestros en el arte de vender historias. Simple respuesta, ¿no? Con los anuncios pintan en la mente el cómo sería la vida de la persona al tener el producto en sus manos. Es ahí donde se puede experimentar un sinnúmero de emociones que inconscientemente puede dar nacimiento a la creencia de que lo necesite. Al final se compra el producto o servicio.
Por ejemplo, digamos que Mario está sentado en los muebles de la sala de su casa viendo una serie. De repente aparece un anuncio en donde se presenta un batido para bajar de peso y se enumeran los beneficios que tiene. Luego muestran fotos del antes y después de alguien que ha estado usando el producto. Para rematar enseñan un video de esa persona hablando de lo bien que le hizo consumir el batido. Mario empieza a verse a sí mismo tomándolo y bajando de peso. Nadie sabe que muy dentro de él, se siente inseguro de su cuerpo, desea verse bien y saludable. Pero lo más importante es tener buena salud. Al final toma el teléfono y hace la llamada para adquirir el batido.
Escenarios similares ocurren con otros productos como: carros, ropa, comida, seguros de vida y muchos más. Sin lugar a dudas las historias tienen un poder inimaginable, porque a través de ellas podemos ver que fue posible para otros y que puede serlo para nosotros mismo. Somos seres llenos de emociones y nuestras acciones se toman con base en ellas.
No lo necesito, pero lo quiero
En algún momento a todos nos ha pasado esto. ¿Por qué sucede eso? ¿Será que sin saberlo tenemos un vacío lleno de insatisfacciones y que a través de tener más se puede cubrir por un tiempo y sentirnos mejor? No sé, pero lo que sí sé, es que ciertamente podemos acumular gran cantidad de objetos que rara vez son usados, pero que en cierto modo pueden tomar el control de nuestro espacio.
A mí me encanta la ropa, me gusta mezclar los colores y estilos. Hacerlo me genera una gran emoción, es difícil de explicar. Cuando voy a tiendas y veo algo que me gusta, imagino cómo lo combinaré con la ropa que tengo en casa. Después de cómpralo me siento bien de llevarlo. Lo interesante es que luego de usarlo por primera vez, en la segunda, no sé, no se siente igual. Es como que se pierde el afecto y lo tiró en la esquina del olvido del ropero. Pero no me detuve, con el tiempo seguí comprando y acumulando más ropa. Cuando el clóset se llenó, empecé a ponerlas en una maleta y bolsas debajo de mi cama. Hasta que un día me di cuenta que ya no tenía más espacio para mi equipo y libros. Eso me preocupa. Ahí comprendí que tenía demasiada y estaba usando menos de la mitad de la ropa que tenía. Decidí regalar gran parte de ella y botar la dañada. Después de reclamar de nuevo mi espacio, sentía que mi mente podía estar más libre para crear ideas. Aprendí en ese proceso que en el momento que compro una prenda, una prenda que use o no, tiene que salir del guardarropa para darle espacio a la nueva. Pero mucho antes de comprarlo tengo que ver qué realmente necesito para así no malgastar el dinero.
Presión social
Economipedia.com define presión social como «la influencia ejercida por un grupo social para lograr que una persona cambie sus actitudes, sus pensamientos o, incluso, sus valores».
Ejemplo:
Digamos que cada año los amigos de Mario, del primer ejemplo, compran el iPhone más reciente. Imagínate que todos ellos están reunidos en la casa de él hablando de lo maravilloso que es el aparato y se sienten feliz de tenerlo. Sus comentarios y emociones son testimonios que indirectamente pueden hacer que Mario quiera el teléfono y desee percibir lo que ellos sienten. En adición a eso, él ha visto promociones en Internet, televisión, letreros en la calles sobre el celular y ahora está escuchando a sus amigos reafirmando todo. Mario tiene el iPhone de dos generaciones más viejos. Para no sentirse que no está actualizado y poder verse cool o aceptado en los ojos de ellos y para evitar recibir algún comentario de burla decide comprarlo.
Esto puede ocurrir en la compra de un auto, zapatos, casa, televisión, cámara, la lista no termina. El seguimiento de modas puede llevar al mal manejo del dinero y la producción de deudas.
Si alguien no tiene un plan claro de lo que desea hacer en la vida. Puede ser fácil para la familia, amigos o conocidos motivar a seguir un camino equivocado. Nuevamente vamos a usar a nuestro querido amigo Mario «Hola, Mario». Digamos que gran parte de sus amigos están estudiando enfermería, ellos le han comentado sobre los beneficios económicos y de desarrollo que provee esa carrera. Imagínate que Mario ha visto anuncios en todas partes y ahora sus amigos le están reafirmando lo que le han estado vendiendo. Sé que sabes qué decisión tomará Mario… Pensemos que Mario estudia esa carrera y se gradúa con los mejores honores. Después consiguió un trabajo en un hospital y empezó a generar un buen dinero. Pasan los primeros tres meses y todo va bien, luego seis meses, todo va de maravilla. Después del primer año, algo está sucediendo. Mario llega al trabajo pero no con la misma emoción. Los minutos se sienten como horas y las horas se hacen eternas, él se siente miserable en el trabajo y quiere hacer otras cosas. Mario luchó por mucho tiempo para ganar dinero y ahora es infeliz.
La respuesta proviene de un artículo que leí hace unos años atrás, escrito por Siobhan Harmer, llamado «10 Reasons Why Following Your Passion Is More Important Than Money» (10 razones por las cuales seguir tu pasión es más importante que el dinero). Harmer escribió estas palabras: «No importa la cantidad de dinero que ganes, nada te ayudará a superar la sensación de hacer algo que odias». Es importante seguir nuestro sueño y no vivir la vida que otros quieren o te sugieran. El dinero es necesario para cubrir gran parte de nuestras necesidades, pero no lo es todo.
Las redes sociales son un medio de comunicación que desde el alcance de nuestros dedos nos conecta con todo el planeta, sin importar las fronteras del lenguaje, horas y tiempo. Independientemente de los aportes de este gran invento, también como toda enigmática ciudad llena de riquezas y belleza tiene sus lugares poco atractivos. ¿A qué me refiero? A gran cantidad de historias superficiales de la gente, en donde relatan una vida de abundancia y felicidad, con el fin de ganar seguidores y aquellos anhelados likes. ¿Sera posible que el estado emocional de una persona sea afectado por la cantidad de likes y comentarios que reciba en una foto o video? O quizás, ¿el valor del ser humano está determinado por el impacto que manifiesta en la plataforma virtual? Me atrevo a decir que sin excepción, todos somos valiosos, pero sí puedo decir que depende en cómo nos percibimos. La felicidad es un estado interno, no externo.
Para finalizar quiero hacerte algunas preguntas:
¿Será verdad que el tener pensamientos de codicia causará sentir un vacío que consume y crea un ambiente de castigo?
¿Será verdad que la codicia es la nube negra que no nos deja ver la belleza del día y que no permite ver nuestro frutos (lo que hemos logrado), pero nos invita a asomarnos a ver la finca del vecino?
¿Qué es la felicidad y por qué estamos en búsqueda de ella?
¿Realmente las redes sociales, el marketing de corporaciones y la presión social nos venden lo que nos hará felices?
¿Por qué queremos más?
¿Existirá un límite?
Todo está en nuestras manos…
Ejemplo:
Digamos que cada año los amigos de Mario, del primer ejemplo, compran el iPhone más reciente. Imagínate que todos ellos están reunidos en la casa de él hablando de lo maravilloso que es el aparato y se sienten feliz de tenerlo. Sus comentarios y emociones son testimonios que indirectamente pueden hacer que Mario quiera el teléfono y desee percibir lo que ellos sienten. En adición a eso, él ha visto promociones en Internet, televisión, letreros en la calles sobre el celular y ahora está escuchando a sus amigos reafirmando todo. Mario tiene el iPhone de dos generaciones más viejos. Para no sentirse que no está actualizado y poder verse cool o aceptado en los ojos de ellos y para evitar recibir algún comentario de burla decide comprarlo.
Esto puede ocurrir en la compra de un auto, zapatos, casa, televisión, cámara, la lista no termina. El seguimiento de modas puede llevar al mal manejo del dinero y la producción de deudas.
Vivir el plan de otra persona
Si alguien no tiene un plan claro de lo que desea hacer en la vida. Puede ser fácil para la familia, amigos o conocidos motivar a seguir un camino equivocado. Nuevamente vamos a usar a nuestro querido amigo Mario «Hola, Mario». Digamos que gran parte de sus amigos están estudiando enfermería, ellos le han comentado sobre los beneficios económicos y de desarrollo que provee esa carrera. Imagínate que Mario ha visto anuncios en todas partes y ahora sus amigos le están reafirmando lo que le han estado vendiendo. Sé que sabes qué decisión tomará Mario… Pensemos que Mario estudia esa carrera y se gradúa con los mejores honores. Después consiguió un trabajo en un hospital y empezó a generar un buen dinero. Pasan los primeros tres meses y todo va bien, luego seis meses, todo va de maravilla. Después del primer año, algo está sucediendo. Mario llega al trabajo pero no con la misma emoción. Los minutos se sienten como horas y las horas se hacen eternas, él se siente miserable en el trabajo y quiere hacer otras cosas. Mario luchó por mucho tiempo para ganar dinero y ahora es infeliz.
¿Qué sucedió?
La respuesta proviene de un artículo que leí hace unos años atrás, escrito por Siobhan Harmer, llamado «10 Reasons Why Following Your Passion Is More Important Than Money» (10 razones por las cuales seguir tu pasión es más importante que el dinero). Harmer escribió estas palabras: «No importa la cantidad de dinero que ganes, nada te ayudará a superar la sensación de hacer algo que odias». Es importante seguir nuestro sueño y no vivir la vida que otros quieren o te sugieran. El dinero es necesario para cubrir gran parte de nuestras necesidades, pero no lo es todo.
Redes sociales
Las redes sociales son un medio de comunicación que desde el alcance de nuestros dedos nos conecta con todo el planeta, sin importar las fronteras del lenguaje, horas y tiempo. Independientemente de los aportes de este gran invento, también como toda enigmática ciudad llena de riquezas y belleza tiene sus lugares poco atractivos. ¿A qué me refiero? A gran cantidad de historias superficiales de la gente, en donde relatan una vida de abundancia y felicidad, con el fin de ganar seguidores y aquellos anhelados likes. ¿Sera posible que el estado emocional de una persona sea afectado por la cantidad de likes y comentarios que reciba en una foto o video? O quizás, ¿el valor del ser humano está determinado por el impacto que manifiesta en la plataforma virtual? Me atrevo a decir que sin excepción, todos somos valiosos, pero sí puedo decir que depende en cómo nos percibimos. La felicidad es un estado interno, no externo.
Para finalizar quiero hacerte algunas preguntas:
¿Será verdad que el tener pensamientos de codicia causará sentir un vacío que consume y crea un ambiente de castigo?
¿Será verdad que la codicia es la nube negra que no nos deja ver la belleza del día y que no permite ver nuestro frutos (lo que hemos logrado), pero nos invita a asomarnos a ver la finca del vecino?
¿Qué es la felicidad y por qué estamos en búsqueda de ella?
¿Realmente las redes sociales, el marketing de corporaciones y la presión social nos venden lo que nos hará felices?
¿Por qué queremos más?
¿Existirá un límite?
Todo está en nuestras manos…



¡Hola, Samuel! Excelente artículo que comienza con una frase con mucha fuerza. Ya desde el principio nos invita a reflexionar. Quizá nosotros mismos decidimos emprender un camino, pero este camino puede estar “muy vivo”. ¿Será el destino?
ResponderEliminarPor otra parte, es increíble como el concepto “buscar la felicidad” puede ser tan diferente para cada persona. Desde luego, la sociedad y el entorno influyen de una forma u otra en nuestra visión, desde ese bombardeo publicitario constante que nos empuja al consumismo hasta los estándares sociales. A veces, nuestro concepto de buscar la felicidad se sale "de lo común" y es cuando podemos incluso llegar a sentirnos a contra corriente.
En cuanto a las redes sociales, creo que se podría decir que es un reflejo del comportamiento del ser humano en cuanto vivir en sociedad (en este caso, de una forma más tecnológica). Pero, al fin al cabo, manejamos conceptos de “vivir en grupo”. Los likes se pueden traducir en conceptos como aceptación, apoyo, etc. En ese sentido, sí puede verse afectado el estado emocional de una persona.
Mucho se critican las redes sociales por el tema de que los usuarios caen en la superficialidad y en las apariencias, pero… ¿no son estos conceptos bastante antiguos? Antes de la redes… ¿no han existido personas que han querido aparentar y que relataban esas vidas de abundancia y felicidad para obtener la atención de otros?
En conclusión, por supuesto que la codicia no es buena consejera, pues corremos el riesgo de nunca colmar nuestras expectativas y eso nos llevará a la sensación de vacío constante e, incluso, perder la propia identidad. Por eso, debemos poner límites.
El artículo termina con una frase muy motivadora: “Todo está en nuestras manos…” . Nos deja la esperanza de saber que sí podemos tener el control.
Felicidades por este artículo. Sin duda, invita a reflexionar para tratar de responder todas las preguntas expuestas y también a analizarnos a nosotros mismos.
Hola, querida amiga. Mil gracias por haber tomado el tiempo para leer mi artículo. Se aprecia mucho.
EliminarGracias por hacer una reflexión con la frase inicial del contenido. Me gusta cuando menciona "nuestro conectó de buscar la felicidad se sale "de lo común" , luego anades " y es cuando podemos incluso llegar a sentirnos a contra de la corriente". Que gran aporte, totalmente de acuerdo que nuestro entorno en si, influye mucho en nosotros y en la toma de decisiones. Sabes,
siento que el mayor reto que tenemos es defender nuestros:valores, ideales, visión del mundo, entre otras cosas. Pero es muy difícil de hacer. No obstante, en el momento que tenemos conciencia de ello. Podemos ver cada cosa que nos influye con una mirada diferente. Más analitica, por asi decirlo.
En referencia a las redes sociales. Me parece muy interesante lo que dice "manejamos el concepto de "vivir en grupo". Los likes se pueden traducir en conceptos como aprobación, apoyo, ect" es ahi, en donde no tener esos deseados "likes" puede generar una tormenta de confusión, desanimo, hasta motiva a personas a eliminar el Post. Es un tema muy interesante que se puede explorar y analizar.
Wow que grande cuando hace la comparación entre la apariencia en la actualidad y antigüedad. Sin palabras me dejaste... que interesante que analizas el tema de la apariencia. Dejando saber de que no es nada nuevo, sino, que siempre ha estado presente desde antes, y que en la actualidad se maneja de forma virtual, pero con el fin de tener el mismo resultado aceptación, admiración, pertenecia, nivel, entre otros. Aun estoy sin palabras ^___^
Ahora nos traes el otro personaje, la Codicia. "eso nos llevará a la sensación de vacío constante e, incluso, perder la propia identidad", Dios mio. En esa oración lo dices todo. y nos invita a que nosotros como capitanes de nuestro barco, pongamos limites.
Muchas gracias, querida amiga. Por todo tus comentarios. Realmente, significa mucho para mi. ^___^
Muy buen artículo, bien traído a un época donde hemos evolucionado las necesidades y patrones de comportamiento, donde antes nos metían en películas y anuncios modelos de comportamiento y físicos para encauzarnos al consumo de unos productos concretos. En la actualidad se crean corrientes de presión a través de la compra de medios de información convencional, patrocinando directamente las noticias y redes con trollcenters y bots. Para con esa presión no llevarnos al consumo de un producto si no seguir unas pautas ideológicas favorables a esas propias élites comerciales. "Divide et Impera" Ya no apuntan a que produzcas para conseguir el "premio" del consumo, produces para no convertirte en el contrario.
ResponderEliminarMuchas gracias por haber leido el articulo. Me llama mucho la atención lo que dice es ""crear corrientes de presión a traves de la compra de medios de información convencional, promocionando directamente las noticias..." Eso nos lleva a pensar que todo lo que la tecnología y medios de comunicaciones televisivos o digitales. Nos motiva a crear una idea de lo que necesitamos que al tenerlo posiblemente puede crear un alivio a ese pequeño vacío que se formo con aquel anuncio. Realmente todo esta en nuestra manos y tenemos el poder de volver a elegir. Muchas gracias por tu gran aporte ^___^
EliminarMuy interesante artículo y muy de acuerdo a el tiempo actual. Hay muchos factores que puedan dar explicación al soborno de compras. Aquí explicaré tres, la primera es la La falta de conocimiento personal hace que el sistema de inteligencia utilice técnicas manipuladoras para hacernos comprar un producto, elegir un nuevo presidente, mudarnos a un nuevo vecindario, en fin, tomar decisiones drásticas porque ahora esto nuevo es lo que nos conviene, si no sabemos lo que queremos pues nos dejamos manipular.
ResponderEliminarOtra razón por la que esto suele pasar es por el capitalismo porque lo más importante es el intercambio de monedas para mantener la economía afluyendo.
Y El ultimo punto es que Somos dados a los resultados rápido y cuando nos venden lo que sea para darnos un resultado instantáneo de felicidad, satisfacción, salud, etc. no lo pensamos, creemos lo que nos dicen y compramos lo que sea porque ahora esto nuevo es mejor.
Muchas felicidades Samuel por los excelentes ejemplos usados para el desarrollo del artículo.
Juana Vasquez
Gracias, querida Juana. Por haber leído el artículo. Me gusto mucho cuando dice "soborno de compras" no hay mejor forma de decirlo ^__^. También cuando mencionas sobre las tres formas de soborno de compras:
Eliminar1)Falta de conocimiento personal
2) Capitalismo
3) Somos dados a los resultados rápidos
Estoy de acuerdo con todo lo que dices. Todos estos sistemas nos vende una historia, sentimiento y resultados rápidos, sin nosotros darnos el momento de analizar a profundidad para evaluar si la decisión que vamos a tomar es la adecuada. Pero como mencionas muchas veses nos detiene las tres cosas que has mencionado.
Muchas gracias por tu gran aporte.
Muy cool el artículo. Leyendo esto y viendo algunos de los ejemplos que pones me hace pensar en que la felicidad es una pulsión para seguir caminando. Si la felicidad que busca una persona es "un cuerpo perfecto" dejará de caminar en cuanto logre tener ese cuerpo perfecto. Entonces, la felicidad es una idealización que nos mantiene caminando. No está en el final si no en la posibilidad de llegar. Pero, siempre con la idea de que se puede llegar porque si no puede que nos frustremos. Hay evidencia que muestra que liberamos más dopamina cuando estamos en el proceso de lograr algo que cuando logramos ese algo. Esa satisfacción que obtenemos al lograr algo es efímero, pero es algo que nos hace caminar a otro horizonte, otra idealización que nos hace caminar.
ResponderEliminarMuchas gracias, Amado por haber leído el artículo. Rescato de tu gran aporte lo siguiente "la felicidad es una idealización que nos mantiene caminando. No está en el final, si no, en la posibilidad de llegar". Que gran aporte. Esa energía que surge cuando viajamos a lo desconocido en búsqueda de aquello deseado. Es como la gasolina de nuestro auto que a pesar de las dificultades que se presentan en el camino hacia la meta, nos ayuda a seguir. Me gusta mucho cuando dice " es algo que nos hace caminar a otro horizonte, otra idealización que nos hace caminar", así es, el proceso es más importante que el logro. Ya que genera una historia (testimonio vivo) de las posibilidades y nos motiva a seguir cambiando y. seguir luchando por nuestras nuevas metas. Tomando en cuenta que debemos mantener nuestra propia visión de nuestro camino, y no dejarnos seducir por visiones externas. Muchas gracias por compartir Amado.
EliminarExcelente Artículo! Bendiciones corazón Dios te Bendiga. TE QUEREMOS MUCHO
ResponderEliminarMUCHAS GRACIAS
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