El miedo paralizó la noche
Estaba esperando que llegara a disponer de mí, como siempre a su antojo, mirar mi cama me revuelve el estómago, qué panorama más sombrío, desolado y miserable me ha tocado...
Frenó mi vida, solo reacciono a sus deseos. Mis sueños rotos, no me agrada lo que dice el espejo, mi figura esquelética, descualida, mis ojos solo brillan al retumbar sus crudas y frías palabras, hurgo en lo más profundo de mí y no avisto, ni sombra de mi alma.
El ruido ensordecedor del motor, sobresalta mi corazón, se tensa el ambiente al aproximar su paso. Un demonio es para mí, un ángel frente a los demás. Maldigo mis costumbres, los preceptos religiosos y las absurdas palabras de la tía: " La mujer edifica su hogar"... Si esto es el amor, ¡¿a qué llaman infierno.?! ¡Y que me perdone Dios...!
Escrito por Yanet Cabrera.
Hola Yanet, me ha encantado tu relato. Muchas mujeres se pueden identificar con este relato que grita “mujer muévete estás en el lugar equivocado.”
ResponderEliminarJuana Vasquez
Este gran relato corto. Muestra una profundidad emotiva y un dolor desgarrador. Es una invitación a entender que todos pasamos por momentos de conflictos internos, sobre nuestro entorno (la sociedad). Es como una carta silenciosa que induce al grito interior para sobrepasar lo tradicional. No al uso de máscara y basta ya el dejar atrás nuestro ser interior. Me encanto ^___^
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