EL ADVIENTO



EL ADVIENTO

El Adviento tiene su origen con la iglesia primitiva que tenía la costumbre de preparar y celebrar el encendido de Velas el 13 de diciembre, fecha del calendario Juliano y se conmemora el día del solsticio de invierno, también se encuentra su origen a mediados de Siglo XIX, en Alemania, donde los padres acostumbraban a los Niños a encender una Vela por cada día del período de Adviento, como lo dicta el calendario de Adviento Cuatro Domingos antes del 24 de diciembre, siguiendo la tradición de la temporada de Adviento en España en el Siglo V, con la celebración de los bautismos cristianos.

Algunos teólogos sitúan la primera celebración de Adviento en Italia, siguiendo el calendario Juliano donde los feligreses católicos preparaban la Natividad del Niño Jesús, resaltando los valores cristianos; estas actividades eran realizadas con ayuno, oración y reflexiones, celebrando la Natividad de Adviento. El cristianismo celebra otras actividades de Adviento; el Adviento de San Martín, conocido como una cuaresma de cinco semanas de preparación de la conciencia con ayuno y abstinencia sexual; el Adviento Gregoriano, que se le atribuye al Papa San Gregorio que, después del Siglo V, se formalizó en cuatro semanas el Adviento en Roma.

Según las tradiciones romanas, se dice que fue San Gregorio de Tours que celebró la festividad del Adviento en el Siglo V, después, el Obispo Perpetuo ordenó la celebración de la cuaresma de San Martín a partir del 11 de noviembre.


IMAGEN DE LOS PASTORES



El Adviento está relacionado directamente con los pastores en Navidad. Por el trato desconsiderado que recibían de la sociedad judía, no lo consideraban ni lo tomaban en cuenta, eran mal pagados, pasando frío, hambre, sed y muchas necesidades. Vivían sucios, mal olientes como las ovejas, en el verano dormían con su rebaño en los campos de pastizales, para alimentar a las ovejas y defenderlas de los ladrones y los animales salvajes que había en los caminos, siempre acompañados de su cayado, una vara y una onda.

En el invierno, cuando comenzaban las lluvias, regresaban con el rebaño a la casa para resguardarla y calentarla, porque hacía mucho frío, y su misión era cuidar, Velar y guiar a su rebaño, para que las ovejas no sufrieran daños.

Sin embargo, Dios les dio su valor y su importancia cuando los elige para que protegieran al Mesías. Esos humildes pastores protegieron y cuidaron el nacimiento del Hijo de Dios en la tierra.

Hay un dato que puede aclarar las dudas de la fecha del nacimiento de Jesús, para ubicar la fiesta de Adviento, porque se supone que fue en el verano cuando los pastores tenían que llevar los rebaños a comer pastos, muy retirados de sus pueblos, y en los establos se quedaban los pastores de guardias para cuidar a las ovejas débiles y recién nacidas. En todos los establos había un perseveres sin usar, esperando el nacimiento del Mesías para que se cumpliera la promesa hecha al pueblo de Israel; eso aconteció con el nacimiento de Jesús, que nació en un establo detrás de una posada, porque en todas las posadas los repudiaban, (esto lo explico en el libro de San José, página 51, capítulo III).

Por lo que, el nacimiento de Jesús, probablemente ocurrió en verano, cuando los pastores estaban en los pastos, retirados de la ciudad de Belén.

La palabra Adviento tiene su etimología significativa, antes del acontecimiento o suceso esperado por determinadas personas, y en la humanidad está calificado como un tiempo de espera por los cristianos que esperaban al Mesías por medio de la promesa que Dios había hecho al pueblo de Israel, para salvar a la humanidad del pecado original, como una respuesta salvadora del primer hombre pecador: Adán, y el Hijo de Dios como hombre Salvador.

Para los egipcios en toda Judea y en Jerusalén, la espera del Adviento era muy diferente, porque la venida del Mesías había llegado en una festividad pagana, donde se había terminado la última construcción del templo de Jerusalén, celebraban la victoria por las disputas y las guerras entre los reyes de las tribus de Judá y de Efraín. Porque el rey Jeroboam había construido su templo primero que el de Jerusalén para proteger el Arca de la Alianza, y fue considerado abominable por los ancianos, sacerdotes y el pleno de la sociedad judía.

También se estaba esperando el Adviento de la iluminación de la luz, para celebrar la festividad en acción de gracias por la inauguración del templo y la protección del santuario del Arca de la Alianza. Había llegado el tiempo de la conmemoración del milagro de la luz de la promesa de la construcción del último templo de Jerusalén, para que se cumpliera las palabras del profeta que en toda Judea y en Jerusalén se construyera el santuario de la alianza para adorar al Dios de Abrahán, de Judá y de Jacob.


RITUALES LAS VELAS Y LA CORONA




En la antigüedad, el Adviento era representado por la simbología de las Velas y las ramas verdes de algunas plantas ornamentales, para construir la Corona de Adviento acompañado del ciclo de cuatro semanas, preferible el domingo, porque el sábado era o es sagrado para los judíos.

El Adviento, para los primeros cristianos, era un tiempo de preparación, penitencia, oración, perdón y reflexionando para esperar el nacimiento de Cristo, que lo conlleva a la conversión de la fe de creer sin ver en la salvación del alma, con la seguridad de la venida, la muerte y la resurrección del hijo de Dios para salvar a la humanidad.

Esta costumbre se hizo tradicional después del nacimiento de Cristo y la construcción del santuario del Arca de la Alianza, donde los cristianos esperan el nacimiento del Niño Jesús cuatro domingos antes del 25 de diciembre. Para los no creyentes, que hay millones en Jerusalén y en todo el mundo, esperan el signo de la iluminación de la luz que brilló en toda Jerusalén y Judea para adorar al Dios de los hebreos, ellos están esperando todavía la llegada del Mesías, porque no lo vieron pasar, por estar celebrando el Adviento de un acontecimiento cultual que ha trascendido a todos los países y continentes.

No miento, porque recuerdo que, cuando fui a Jerusalén en el año 2010, observé la Puerta Hermosa, que está cerrada y vigilada por guardias que la relevan desde la llegada de Jesús a la humanidad, también pude conocer la comunidad de los Beduinos, que son los pastores que pastorean las ovejas esperando el lucero o la estrella que les guiará donde va a nacer el Rey de Israel, el Mesías.

Los símbolos de la Corona representan la llegada de la espera del Niño Jesús, como los adornos y accesorios de Navidad que son para adornar la casa, pero las Velas son las que expresan el significado de cada ciclo de cuatro domingos y el color, cada encendido de una Vela es un llamado a la reflexión y recogimiento de las acciones pecaminosas y alejadas de buscar de Dios, durante el período del Tiempo Ordinario, que es el más largo, porque se divide en dos partes: del 10 de enero hasta el Primero de marzo, y después de la Cuaresma del 6 de junio hasta el 26 de noviembre.

Los judíos vivían en una sociedad pagana e idólatra. También esos cuatro domingos más cercanos al 30 de noviembre iniciaban la preparación a la reflexión y recogimiento para salir de la oscuridad del mal y celebrar el Adviento. El calendario de Adviento es diferente al calendario litúrgico, porque se cuenta los días que faltan para la Natividad, que inicia el 01 de diciembre al 24, y culmina el 25 con la festividad del nacimiento del Niño Jesús, está dividido en dos tiempos: las dos primeras semanas son para meditar sobre la segunda venida del señor en la muerte, y las dos semanas siguientes son de reflexión, reconciliación y de perdón, para recibir con alegría y agradecimiento el nacimiento del Niño Jesús.

También es un tiempo de preparación para recibir de nuevo a Cristo Jesús en nuestra vida, siguiendo la tradición de los cristianos con la Corona de Adviento.


LAS CORONAS


Las Coronas de Adviento tienen su origen en Europa, cuando los feligreses se dedicaban a meditar, ayunar, reflexionar y a orar para la conmemoración del nacimiento del Niño Jesús, simbolizaban el Adviento con el uso de la Corona y de las Velas.

La Corona debe colocarse dentro del hogar en un lugar central y fijo, donde la puedan ver los Niños/as, familiares y visitantes, así puedan recordar el significado de la Corona que simboliza la venida de Jesús a la tierra. Por eso, es importante simbolizar la Corona de Adviento cada año, para recordar a los hijos de la familia la importancia del significado de los símbolos de las Velas y los colores para seguir la tradición de generación en generación.

La Corona se construye con rama en forma de un círculo, que significa vida externa; el verde de los árboles de la rama simboliza la esperanza. Cada domingo se enciende una Vela, iniciando cuatro domingos antes del 24 de diciembre de cada año. Las Velas son de diferentes colores: morado, verde, rosado y blanco, y se pude usar el rojo; estos colores simbolizan las virtudes de la Iglesia Católica Apostólica y Romana.

Las ramas de la Corona simbolizan la esperanza; la Vela de color verde simboliza la fe, se enciende el Primer Domingo; la Vela de color azul simboliza la esperanza, se enciende el Segundo Domingo; la Vela de color morado simboliza el amor de la conversión, se enciende el Tercer Domingo; la Vela blanca simboliza la paz, se enciende el Cuarto Domingo el día de Nochebuena, manifestando la presencia de Dios en el nacimiento del Niño Jesús.

Se da la casualidad que los paganos en Jerusalén y en Judea celebraban el Adviento pagano, con la festividad de la conmemoración del milagro de la luz o el Janukkah Judío, encendiendo una vela en cada uno de los domingos de Adviento, como preparación de la purificación del alma y vencer la oscuridad del mal, y de una vida desordenada y profana, para esperar la llegada de Jesús de Nazaret, el Rey de Israel.



LA CORONA DE FRUTAS




Tenían como costumbre para celebrar el Adviento, en cada uno de los hogares un candelabro especial para encender las velas hasta la llegada de la Navidad, fuera de la casa después de la puerta principal, con la intención de que los visitantes, paisanos familiares y transeúntes puedan recordar el milagro de la festividad de la luminaria de Navidad. La simbología de la Corona de Adviento era muy diferente porque la decoraban con frutas deshidratadas, como piña, manzanas verdes y rojas, uvas, calabazas, entre otras.

Comentarios

  1. Hermoso artículo! Gracias por montarnos en este ferrocarril de creencias e invitarnos a viajar a otras culturas.

    Juana Vasquez

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  2. ¡Qué interesante artículo! Nos brinda una visión profunda y detallada sobre el Adviento, su origen histórico, simbolismo y tradiciones alrededor del mundo. Es fascinante cómo esta celebración combina la fe, la reflexión y la esperanza, invitándonos a preparar el corazón y el espíritu para recibir el nacimiento de Jesús. Un recordatorio hermoso de renovar nuestra conexión espiritual y familiar. Muchas felicidades querida prima.

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  3. Interesante artículo enrriquecido de anécdotas e interpretaciones simbólicas que maravillan.

    De aquí se me desprende una pregunta: esta información es histórica?

    Es decir, esta basada en la información formulada historiadores importantes de la época como Flavio Josefo, Cornelio Tácito, Plinio el Joven, Dion Casio, Suetonio, entre otros?

    O son creencias, anécdotas, ideas, interpretaciones, transmitidas de boca en boca, semejando juicios orales, que llegan a nuestros oídos maravillandonos.

    A mi desde niño me ha fascinado la Cristologia, pero también me he enrrumbado a la búsqueda de la verdad basada en la historia y etnografia, he alli mi pregunta.
    Buen artículo con una simbologia que fascina y deleita. Gracias 😁 por tanto simbolismo.
    Ricardo Vacca-Rodriguez

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