Arte sacro: 7 iconografías de santos visualmente impactantes


La iconografía de los santos se refiere principalmente a las características mediante las cuales son representados para que podamos identificarlos. Suele consistir en su vestimenta, ciertos rasgos físicos, objetos y animales.

Esta tradición se remonta, sobre todo, a la iconografía cristiana durante la edad Edad Media y podemos encontrar representaciones de diferentes santos con báculos, libros, dragones... Por ejemplo, tenemos esta pintura de San Jerónimo, que suele aparecer representado junto a un león porque, según su historia, curó la pata de la fiera y esta permaneció junto a él hasta el día de su muerte.


En este caso, estamos viendo una imagen bastante serena. Pero si nos paramos a analizar diferentes representaciones artísticas de distintos santos (pintura, escultura, etc), no todas estas imágenes tienen el mismo impacto visual.

A continuación, veremos siete iconografías de santos visualmente impactantes en las que descubrimos el porqué de sus representaciones.


San Judas

San Judas Tadeo fue, según diversos textos, uno de los discípulos de Jesús de Nazaret, formando parte de los doce Apóstoles. Es el patrón de las causas difíciles y desesperadas

Estampa Iglesia de San Antonio Abad (Sevilla).

En esta imagen, podemos ver que sostiene un hacha. También ha sido representado con una maza o una alabarda, incluso con espada. Porta este elemento porque hace referencia a cómo fue su muerte. Su historia cuenta que fue martirizado y decapitado.

Por otra parte, sostiene la palma de mártir y un medallón con la imagen de Cristo.

(No confundir con Judas Iscariote).


Santa Lucía

Santa Lucía fue una mártir cristiana. Es la patrona de la vista, los pobres, los ciegos, los niños enfermos y de las ciudades. También se considera patrona de los campesinos, electricistas, fotógrafos y otras profesiones como sastres y escritores.

Fotografía tomada de la fachada de 
la Iglesia de Santa Catalina (Sevilla).

El principal impacto de esta imagen es hallar a Santa Lucía sosteniendo una bandeja sobre la que reposan dos ojos.  La relación entre Lucía y los ojos deriva de la cercanía etimológica del nombre griego «Lucía» con el término latino lux (luz). También existe una leyenda que cuenta que la belleza de los ojos de Lucía no dejaba descansar a uno de sus pretendientes, por lo que ella se los arrancó y se los envió. Asombrado por el valor de ella, el pretendiente se convirtió al cristianismo.


San Sebastián

La veneración a San Sebastián es muy antigua y está muy extendida. Es uno de los santos más reproducidos en el arte.

San Sebastián (Il Sodoma, 1525).

San Sebastián fue soldado del ejército romano y del emperador Diocleciano. Cuando descubrieron que era cristiano, el emperador Maximiano lo obligó a escoger entre su condición militar y su fe religiosa. Sebastián eligió seguir siendo cristiano. Enfurecido, el emperador lo condenó a morir. Los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste y lanzaron sobre él una lluvia de flechas, dándolo por muerto. Sin embargo, sobrevivió y cuando le reprochó al emperador su conducta por perseguir cristianos, este mandó a que lo azotaran hasta la muerte. Se cuenta que los cristianos enterraron su cuerpo en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva su nombre.

Normalmente, vemos a este santo representado atado a un poste y atravesado por flechas.  


San Lorenzo

San Lorenzo es el tercer santo patrón de la ciudad de Roma.

Imagen 1: El martirio de San Lorenzo (Jan Boeckhorst).
Imagen 2: Escultura en la fachada de la Catedral de Sevilla.

San Lorenzo fue martirizado en una parrilla. La representación más común del santo es como un joven imberbe que sostiene dicho instrumento, el cual se utilizó para su martirio.

Cada 10 de agosto, en la ciudad del Vaticano, se expone un relicario que contiene una cabeza quemada (que se supone de San Lorenzo) para recibir veneración. Otra impactante curiosidad es que en La Comunidad de Madrid se encuentra el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, alzado por Felipe II, el cual hizo construir la edificación con forma de parrilla.


San Dionisio de París

San Dionisio de París también es llamado el Santo Sin Cabeza.

San Dionisio de París. Catedral de Notre Dame (París).

Saint Denis fue el primer obispo de París, donde fue martirizado junto con sus dos compañeros Rústico y Eleuterio, con quienes llegó a Francia desde Italia (entre los años 250-270) con el fin de evangelizarla. También se conoce como «el apóstol de las Galias».

Se cuenta que tras ser decapitado, Dionisio caminó seis kilómetros con su cabeza bajo el brazo, atravesando Montmartre, por el camino que, más tarde, se conocería como calle de los Mártires. Al terminar su trayecto, entregó su cabeza a una piadosa mujer descendiente de la nobleza romana, llamada Casulla, y después se desplomó. En ese lugar se construyó la célebre Basílica de Saint-Denis en su honor en la ciudad que actualmente lleva ese mismo nombre.

Llama la atención ver la imagen de un santo sosteniendo su propia cabeza.


San Clemente

San Clemente es conocido también como Clemento Romano.

Escultura en la fachada de la Catedral de Sevilla.

Clemente era hijo de un senador romano y se convirtió al cristianismos después de escuchar a San Pedro en Roma. Se le condenó a ser arrojado al Mar Negro con un ancla atada al cuello, para que su cuerpo no fuera recuperado y así no se pudieran venerar sus reliquias.

El ancla que está presente en su iconografía también es símbolo de la Esperanza como virtud y la firmeza de la fe.


San Bartolomé

San Bartolomé fue uno de los Apóstoles de Jesús.

Estatua de Bartolomé apóstol en la Catedral de Milán, Italia.
Fuente imágenes: 1 / 2 / 3

Es habitualmente representado en el arte con un gran cuchillo, pues su martirio fue ser desollado vivo, motivo por el que es el patrón de los curtidores. En ocasiones también lo vemos despellejado, sosteniendo su piel como si se tratase de una prenda de vestir. 

Podemos apreciar impactantes detalles en la escultura de la imagen, como la piel colgante perteneciente a la cabeza (incluso con la barba) y las manos, así como los detalles anatómicos de la musculatura en todo el cuerpo desprovisto de piel.

Un dato curioso es que, en la Capilla Sixtina, fue representado por Miguel Ángel, y se cree que la piel que sostiene el santo es un autorretrato del mismo autor. (Aquí lleva el cuchillo en una mano, pero no aparece desollado, sino sosteniendo la piel).


También hay otras representaciones pictóricas de este santo que crean un fuerte impacto visual, sobre todo las más antiguas. 

***

En conclusión, podemos encontrar representaciones de los santos a lo largo de diferentes épocas y movimientos artísticos. Es posible reconocerlos mediante sus símbolos, los cuales también narran sus historias. Aunque, según la representación y lo que lleven con ellos, sus imágenes pueden resultar más o menos impactantes. Aquí hemos analizado algunas que crean un choque visual y nos hace preguntarnos el motivo de esas representaciones, respuesta que encontramos cuando conocemos sus historias.


Comentarios


  1. Hola Auxi, Me parece fascinante cómo has explorado las representaciones de los santos en el arte sacro. Es interesante ver cómo los artistas han utilizado símbolos y objetos para contar las historias de los santos de manera visual. Me parece que has hecho un excelente trabajo.

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    1. ¡Hola, Elevelyn! Muchas gracias por tu comentario. Así es, es muy interesante el uso de la iconografía en el arte sacro para identificar a los santos y contar sus historias, pero en esa investigación, además, destaco cómo, en algunas representaciones, estos símbolos crean un gran impacto visual. No pasa desapercibida la imagen de un santo que sostiene su propia cabeza como San Dionisio o un santo desollado que sostiene su propia piel como San Bartolomé. Más allá de la simbología, estas imágenes crean una fuerte impresión (al contrario, por ejemplo, de la pintura de San Jerónimo que es bastante serena).
      ¡Me alegra mucho que te parezca interesante el artículo!

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  2. Hola Auxi, muchas Gracias por tan interesante artículo a cerca de la iconografía de estos Santos. Nos has ayudado a entender más de su historia y la fortaleza que caracterizó a cada uno de ellos. Además nos incitan a querer saber más cuando en el futuro encontramos ciertas características en imágenes - impulsándonos a indagar a cerca de sus vidas. Muy interesante.

    Juana Vasquez

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    1. ¡Hola, Juana! Me alegra mucho que te parezca interesante el artículo. Es increíble todo lo que puede contarnos la simbología y cómo se expresa en el arte a través de diferentes elementos.

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  3. Hola Auxi, gracias por compartirnos tan interesante artículo, en verdad contiene muchas informaciones valiosas, que además de ser inimaginables, resultan algo curiosas, sin restarle mérito al aporte cultural del trabajo que has realizado. Me animas observar con más detalle, la próxima vez esté frente a una obra de arte como las mostradas aquí.

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    1. ¡Hola! Sin duda en el arte encontramos muchísimas curiosidades. En muchas ocasiones, además de contar una historia aquello que representa la obra, la obra también tiene una historia en sí misma. Es como el ejemplo de la representación que observamos en la Capilla Sixtina, de la que se cuenta que la imagen, además de representar un santo, es un autorretrato del autor y ese autorretrato en sí, tendrá su propia historia: el porqué lo hizo el autor, cuándo se descubrió esto, etc.
      Me alegra que le parezca interesante el tema de la simbología en el arte. En este caso el análisis es en el arte sacro en concreto, pero, por supuesto, la simbología se extiende a otras manifestaciones artísticas.

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  4. Es interesante del como se puede estudiar el arte por medio de un análisis, gracias al compartir .

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    1. ¡Hola, Mirna! Muchas gracias por comentar. Analizar el arte es una experiencia cultural fascinante.

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